La sudadera es una prenda universal que conviene a todo tipo de morfologías… siempre que elijas bien el corte y el estilo. Ya seas delgado, musculoso, ancho de hombros o más redondeado, seguro que existe una sudadera que te valorice. Aquí cómo elegir la sudadera adecuada según tu morfología.
1. Morfología en V (hombros anchos, cintura fina)
Sudadera cuello redondo o con cremallera: para estructurar la silueta sin añadir demasiado volumen arriba
Evita sudaderas demasiado ajustadas en los brazos o demasiado cortas
Los cortes regular son ideales: equilibran la parte superior del cuerpo.
2. Morfología en H (silueta recta)
Sudadera oversize o hoodie: añade volumen y relieve
Opta por cortes largos o sudaderas gráficas: para romper el efecto rectilíneo
3. Morfología en O (formas generosas)
Sudadera de corte recto y fluido: ni demasiado ancha ni demasiado ajustada
Capucha discreta o cuello con cremallera: evita añadir demasiado volumen en el cuello
Colores oscuros o neutros preferentemente
4. Morfología en A (caderas más anchas que los hombros)
Sudadera con hombro ligeramente caído o corte boxy: para reequilibrar la silueta
Evita sudaderas demasiado largas: alargan visualmente las caderas
5. Morfología delgada o esbelta
Sudaderas oversize: perfectas para un look streetwear y cómodo
Sudaderas con estampados, logos o texturas: para añadir densidad visual
6. Morfología musculosa
Sudaderas ajustadas o regular fit: para resaltar los hombros y la complexión
Cuidado con sudaderas demasiado ajustadas: poco favorecedoras e incómodas.
Conclusión
No importa tu morfología, la sudadera es una prenda adaptable siempre que elijas el fit correcto, la longitud adecuada y la materia apropiada. Pero, por cierto, ¿qué es una sudadera? Es esa capacidad de favorecer todas las siluetas lo que la convierte en un imprescindible del armario moderno.